Contrario a los complejos mecanismos que nuestro cuerpo tiene para soportar un ayuno de hasta un mes, el ser humano no puede permanecer más de cinco días sin beber una gota de agua en condiciones adecuadas (temperatura normal y sin ejercicio), debido a que está compuesto en un 70 por ciento de este líquido.
Sin irnos a los extremos, a lo largo del tiempo ha trascendido la recomendación de beber por lo menos unos cuatro vasos de agua al día, idealmente hasta ocho, lo equivalente a dos litros, pues a diario se pierde cierta cantidad mediante la respiración, sudor, orina, lágrimas y heces, por lo que la hidratación es uno de los factores más importantes para mantener una buena salud.
Aunque cabe aclarar que estas necesidades dependen de la actividad física, características personales, metabolismo, clima, y algo muy importante, la cantidad de alimentos ricos en este líquido que se ingieran durante las comidas, sobre todo frutas y verduras.
Mientras que la regla de los ocho vasos ha sido desmentida en varias ocasiones, como por el artículo publicado en el American Journal of Physiology en 2002, que comprobaba que no hay estudios científicos que sustenten tal recomendación; más tarde, Stanely Goldfarb, médico y profesor en la Universidad de Pennsylvania dijo a The Huffington Post que lo ideal es ingerir 1 mililitro de agua por cada caloría consumida, es decir, "alguien que come alrededor de 2 mil 500 calorías por día, deben de beber de 2.5 a 3 litros de agua por día", señaló.
Sin embargo, para aquellos que no pueden seguir este monitoreo al pide de la letra, el consejo del experto es dejarse guiar por la sed. "Para los adultos sanos en un clima templado que llevan una existencia sedentaria, mi consejo es beber lo que habitualmente se consume en la comida y entre ellas, además de cuando tienes sed", dijo.
Por su parte, Rachel Berman, dietista estadounidense, pide no esperarse a que los signos de la deshidratación (fatiga, dolor de cabeza, nauseas y mareo) se manifiesten, si no poner una especial atención en la orina. "Su orina debe ser de color amarillo pálido, si es más oscuro que eso, bebe un poco de agua. Si una persona no está levantándose y corriendo al baño cada hora, no está bebiendo suficiente. Ese es el signo revelador ", dijo a Daily Burn.
Así que si no eres un gran admirador del agua simple, puedes aprovechar colar ciertos comestibles en tu alimentación, para así mantenerte hidratado, prácticamente sin que te des cuenta.
Los pepinos son de los alimentos más sanos que se pueden consumir, ya sea para mitigar el hambre, acompañar el resto de la comida, y por supuesto mantenerte hidratado.
Esta verdura se compone en un 96 por ciento de agua, además de tener altos contenidos de vitamina K, vitamina B6 y Hierro.
Esta fruta, que en inglés se llama precisamente "watermelon" está compuesta 92 por ciento por agua, aunque es su contenido de sal, calcio y magnesio es lo que la hace ideal para la rehidratación, de acuerdo con un estudio hecho en 2009 por la Universidad de la Escuela de Medicina de Aberdeen. Además de que es una buena fuente de Potasio, vitamina A y vitamina C.
Al igual que el pepino, la lechuga contiene un 96 por ciento de agua, baja proporción de azúcar, proteínas y grasas, por lo que su aporte calórico es mínimo. Tiene además vitaminas C y E, además de enzimas que facilitan la digestión, o su alto contenido en fibra da una sensación de saciedad.
La Universidad McMaster de Canadá publicó en 2011 un estudio en el que señalan que la leche es un mejor rehidratante para después de hacer ejercicio, que el agua o las bebidas deportivas, esto debido a que significa una alta fuente de proteína, carbohidratos, calcio y electrolitos.
Pero, según aclara la experta Berman, es importante elegir una leche descremada o baja en grasas, pues la entera podría retrasar la reposición de líquidos.
Como lo dice el Daily Beast, el apio es más que un simple acompañante para aligerar un atracón de alitas de pollo. Este vegetal está compuesto en 95 por ciento de agua, además de altos contenidos de fibra y minerales, incluidos el Potasio y vitamina K.
No tiene muchos nutrientes, pero tampoco calorías y sí, mucha agua.
De entre la familia de las bayas, la fresa es la que mayor contenido de agua posee, con un 92 por ciento. Además contiene fibra y vitamina C.
Pese a ser un conocido diurético, la ingesta moderada de café (una taza diaria), sí contribuye a la rehidratación del cuerpo.
También se le han comprobado beneficios a la memoria, al mayor rendimiento deportivo y a la reducción de enfermedades del corazón y la diabetes.
Después de un entrenamiento verdaderamente exhaustivo (de por lo menos más de una hora), la mejor manera de recuperar el líquido perdido es con una bebida deportiva que contiene electrolitos, azúcares, sodio y proteínas. Sin embargo, para ejercicios más cortos, este tipo de rehidratantes no son necesarios, pues sólo aportarían una cantidad de carbohidratos innecesaria.
Los smoothies son una especie de malteada generalmente realizada con frutas frescas, en mezcla con hielo y leche.
No todos ellos son sinónimos de grandes cantidades de grasa y azúcares, también se pueden combinar con vegetales y otras frutas como espinaca, naranja, jengibre e incluso cilantro.
No en vano esta bebida ha abandonado las playas y los destinos tropicales para hacerse popular en las ciudades y refrescar a sus habitantes.
Dicha agua, es baja en carbohidratos y rica en potasio y cuando se consume sin azúcar añadida es una excelente ayuda para la hidratación.
Sin embargo, si se ha sudado mucho, su bajo contenido en sodio no será suficiente para reponer la sal que el cuerpo necesita.